Está es la actitud de aquellos que se dejan marcar por Cristo y sellar por el Espíritu Santo. Escuché una historia qué es verdadera aunque Dios lo manifiesta en su palabra, que él no acepta qué el hombre sea esclavo y que si lo era seis años trabajaba o hacía servicio el esclavo y en El séptimo su amo lo tenía que dejar libre pero había muchos hombres y mujeres qué no sé habituaban a la vida libre que ya estaban acostumbrados a ser esclavos entonces aquellos que consentían en ser esclavos debían recibir jornal y buen trato porque eran esclavos por amor y a estos se los marcaba con una puerta en la oreja (con una puerta le marcaban la oreja ) y el que tenía esa marca era conocido qué era una persona que era esclava por amor a sus amos. Esta historia me conmovió porque Jesucristo es la puerta y es esa puerta que nos marca y que nos ella con su Espíritu y qué nos permite vivir está actitud de negarnos a nosotros mismos para qué el pueda crecer en nosotros, por eso menguamos para que crezca El. Podría decirse qué somos esclavos aunque, totalmente libres, por amor a El.

Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres.
Solamente en Cristo hay salvación.
No podemos ser salvos sin confesar nuestras faltas ante Dios y clamar a él para ser perdonados y así recibir el perdón de nuestros pecados.

No olvidemos que somos misioneros en esta tierra.
Cada uno de los que hemos conocido el evangelio de Cristo hemos sido llamados por Dios para anunciar el mensaje de esperanza y salvación.

El cristiano  sabe adaptarse
El creyente lo hace por amor al evangelio y a su Señor
El hombre necesita el evangelio
Hermanos, Pablo al escribir a los Corintios expresa:
1 Corintios9:19 NBLA
Porque aunque soy libre de todos, de todos me he hecho esclavo para ganar al mayor número posible.
1 Corintio9:22 
A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. A todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos.
El verbo “ganar” (v. 19) aparece cinco veces en los versículos 19-23.
Esta palabra tiene la idea de ganar en el aspecto de evitar su perdición.
Es la misma palabra que se utiliza en Hechos 27:21:
NBLA
Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: «Amigos, debían haberme hecho caso y no haber salido de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida.
Pablo predicaba el evangelio porque sabía que los seres humanos, en su estado natural, estaban dirigiéndose hacía un futuro de perdición y condenación.
El hombre natural no puede salvarse a sí mismo.
Después de esta vida tendrá que comparecer ante el juez de toda la tierra.
El hombre ha pecado contra la santidad de Dios y no tendrá excusa por haberse rebelado contra su creador.
El hombre es como la nave que va dirigiéndose hacía una gran roca y está a punto de hacer impacto y sufrir una gran pérdida.
Por tanto, la predicación del evangelio, es lo único que puede evitar que el hombre sufra esa pérdida y pueda ser rescatado de su destino desastroso.
Esta verdad se hace aún mas real en el versículo 22.de
1 Corintios 9:22 NBLA

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