Muchas veces elegimos a alguien real para convertirlo en el héroe o villano de nuestra obra, sin embargo no continuará siendo él, al momento que nosotros le damos su propio aliento a través de lo que pensamos y decidimos que haga en el trabajo que escribimos;  esa persona dejará de ser el original en la medida que lo convertimos en un elemento de nuestra propia creatividad.
Para el que nos lee puede ser un personaje con el cual se identifica y en ese momento contendrá la esencia y características con las cuales lo puede observar el que lo imagina y se identifica con él. Otro de los conceptos interesantes es entender que el escritor (a) pierde su género al momento que elige cualidades propias para recrear un personaje, ya que muchas veces no elegimos a ora persona para ser parte de la obra, sino a nosotros mismos.
Sí has decidido describir a alguien de una forma nitida, posiblemente habrás elegido ser su biógrafo, pero en caso de que solo lo hayas elegido para transformarlo en tu obra esa persona no tiene por que identificarse con ella, aún cuando tu se lo hayas dicho.
Saludos a todos estimados lectores y seguidores, hasta pronto.

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