Sustitución de importaciones fue el término que usaron tanto el Andrés Manuel López Obrador como Marcelo Ebrard para referirse al Nearshoring. Tema al que anteriormente tanto el presidente como los miembros de su gabinete parecían no prestarle importancia, pero que gracias a la reunión con Biden y Trudeau parece ser que ahora no solo es un tema que ya está en el radar de la 4T.
Aunque el término sustitución de importaciones da escalofríos por su referencia hacia un pasado al que bajo ningún motivo debemos regresar, lo importante en este momento es que por fin le están prestando atención a la importancia que representa el Nearshoring para México, ya que concretamente se anunció la creación de una comisión compuesta por miembros de los tres países con el objetivo de facilitar la implementación del Nearshoring, además, el secretario de relaciones exteriores anunció el objetivo de México de atraer el 25% de las líneas de producción que se relocalicen desde Asia. Y aunque este cambio de prioridades no es para nada voluntario ya que es el resultado de la influencia o exigencia de los presidentes de Estados Unidos y Canadá, si el utilizar este término tan escabroso para referirse al Nearshoring es la manera en que el presidente López Obrador está cómodo para impulsar este tema, con tal de que su gobierno incluya al Nearshoring como política gubernamental, el como le llamen es lo de menos.

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