María como pauta de la relación hombre-mujer en el matrimonio y la vida consagradaJuan y José, [...] se unen a María de una manera distinta. María, en su sí, fue conducida por el ángel inmediatamente al Señor, sin mediación del consentimiento de su hombre. José, advertido por el ángel de no abandonar a María porque ha concebido por obra del Espíritu Santo, se une de un modo inmediato a la mujer María, para transformarse por medio de esa unión en un servidor del Señor encarnado. […]Juan: portador de la Iglesia nacienteEn la familia, María era el centro, porque portaba en su seno al Niño. José no podía ser el centro, solo podía servir, aunque mandara como padre adoptivo. Pero en Juan sigue viviendo la palabra del Señor; como sacerdote porta el ministerio, forma el marco firme y sobrenatural en el que se inserta la Madre con su viva fecundidad de gracia. […]La Iglesia ministerial permanece fecundaY en cuanto la Madre es confiada al apóstol Juan, existe la certeza de que la Iglesia ministerial permanece fecunda, de que la fecundidad de la Madre no se agota en el tiempo terreno. Su vida no conoce un período limitado de fecundidad, su fecundidad no tiene fin, sino que en el fin regresa a su misión. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 4.5.23.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

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