Escuchar "Yo te mando el mayor de los abrazos"
Síntesis del Episodio
Carta de Silvia - Locución Raquel García
#Cartasdesdemicasa
Hola!
Me he decidido a escribirte porque siento que, en estos días que nos están tocando vivir, estamos conectados por un hilo invisible que une a ciudades, países y al mundo entero. Y no, no se llama coronavirus. Se llama AMOR. Pero así , con mayúsculas. Los que estamos en casa, creételo, sólo pensamos en vosotros: en que os recuperéis, en que no os sintáis solos porque no lo estáis. Todos los demás estamos ahí, por detrás, empujando cada uno un poquito para que esto se solucione cuanto antes y podáis volver a casa.
Tú también puedes hacer tu parte aunque no te lo parezca. Sólo tienes que desearlo con mucha fuerza. Tienes que mantener el optimismo (eso ya es media cura). Sé que es muy fácil de decir, pero también está demostrado: si pones toda tu energía en curarte, el bicho se hartará y se irá. Estoy convencida de que puedes hacerlo. Es más, seguro que ya lo haces.
Yo me comprometo a quedarme en casa, a salir lo justo y a cuidar de mi novio porque le ha tocado seguir trabajando. En verdad nos cuidamos el uno al otro: yo hago la comida y él, cuando llega a casa, se hace una desinfección digna de una película porque tiene miedo por él y por mí.
Últimamente sueño mucho despierta. Te lo cuento porque quizás te ayude también a ti. ¡Puedes trasladarte a donde quieras! Donde más suelo "viajar" yo es a mi pueblo, ¡fíjate! No a una playa paradisíaca, ni a la cima de la montaña más alta, no... ¡Mi pueblo! Que no es mi pueblo, es el de mi madre, pero le tengo un amor... Allí tenemos una casa familiar centenaria, una casa de esas de pueblo pueblo, con habitaciones con crucifijo que dan un poco de yuyu (a mí no, claro, que es mi casa y ya estoy acostumbrada, jajaja). Pues eso, que me voy por los cerros de Úbeda... Que sueño con estar allí, despertarme con el sonido de los pájaros o las voces de los vecinos de la calle, desyunar en el solanar viendo la carretera bordeada de huertos y la ermita derruida de San Sebastián... Sueño con ir con mis amigos y mi familia al bar del pueblo (El Moncho) a tomar un vermú. La plaza en verano suele estar llena de gente, somos muy alcahuetes alli, jajaja, que nos gusta eso de salir y juntarnos y hacer cenas, merendolas y lo que haga falta. Pero en lo que más pienso es en el Pantano. El pantano de la Tranquera está a 30 minutos andando desde mi pueblo. Cierro los ojos y me veo y me siento flotando sobre el agua, con el beso del sol en la cara, mirando las pocas nubes de algodón que hay en un cielo de un azul perfecto y oigo las risas de la gente de fondo... Las risas de la gente...
Pronto, pronto podremos hacer lo que queramos. En realidad, lo que mas deseo (lo que creo que desemos todos) es poder abrazar a todos aquellos a los que quiero... ¡Yo te mando el mayor de los abrazos! ¿Lo estás notando? Es de esos tan fuertes que casi duelen un poco.
Te vas a recuperar, ¿vale? Sólo tienes que luchar, luchar como aquella vez en que la vida te puso a prueba y le ganaste el pulso, ¿ te acuerdas?
Te están esperando todos los que te quieren, te estamos esperando todos porque querermos ver cómo tu sonrisa y tu amor por la vida iluminan las calles. Acuérdate de que yo pienso en ti, de que velo por ti. Ahora tú tienes que cumplir tu parte.
Un saludo de tu nueva amiga:
Silvia
#Cartasdesdemicasa
Hola!
Me he decidido a escribirte porque siento que, en estos días que nos están tocando vivir, estamos conectados por un hilo invisible que une a ciudades, países y al mundo entero. Y no, no se llama coronavirus. Se llama AMOR. Pero así , con mayúsculas. Los que estamos en casa, creételo, sólo pensamos en vosotros: en que os recuperéis, en que no os sintáis solos porque no lo estáis. Todos los demás estamos ahí, por detrás, empujando cada uno un poquito para que esto se solucione cuanto antes y podáis volver a casa.
Tú también puedes hacer tu parte aunque no te lo parezca. Sólo tienes que desearlo con mucha fuerza. Tienes que mantener el optimismo (eso ya es media cura). Sé que es muy fácil de decir, pero también está demostrado: si pones toda tu energía en curarte, el bicho se hartará y se irá. Estoy convencida de que puedes hacerlo. Es más, seguro que ya lo haces.
Yo me comprometo a quedarme en casa, a salir lo justo y a cuidar de mi novio porque le ha tocado seguir trabajando. En verdad nos cuidamos el uno al otro: yo hago la comida y él, cuando llega a casa, se hace una desinfección digna de una película porque tiene miedo por él y por mí.
Últimamente sueño mucho despierta. Te lo cuento porque quizás te ayude también a ti. ¡Puedes trasladarte a donde quieras! Donde más suelo "viajar" yo es a mi pueblo, ¡fíjate! No a una playa paradisíaca, ni a la cima de la montaña más alta, no... ¡Mi pueblo! Que no es mi pueblo, es el de mi madre, pero le tengo un amor... Allí tenemos una casa familiar centenaria, una casa de esas de pueblo pueblo, con habitaciones con crucifijo que dan un poco de yuyu (a mí no, claro, que es mi casa y ya estoy acostumbrada, jajaja). Pues eso, que me voy por los cerros de Úbeda... Que sueño con estar allí, despertarme con el sonido de los pájaros o las voces de los vecinos de la calle, desyunar en el solanar viendo la carretera bordeada de huertos y la ermita derruida de San Sebastián... Sueño con ir con mis amigos y mi familia al bar del pueblo (El Moncho) a tomar un vermú. La plaza en verano suele estar llena de gente, somos muy alcahuetes alli, jajaja, que nos gusta eso de salir y juntarnos y hacer cenas, merendolas y lo que haga falta. Pero en lo que más pienso es en el Pantano. El pantano de la Tranquera está a 30 minutos andando desde mi pueblo. Cierro los ojos y me veo y me siento flotando sobre el agua, con el beso del sol en la cara, mirando las pocas nubes de algodón que hay en un cielo de un azul perfecto y oigo las risas de la gente de fondo... Las risas de la gente...
Pronto, pronto podremos hacer lo que queramos. En realidad, lo que mas deseo (lo que creo que desemos todos) es poder abrazar a todos aquellos a los que quiero... ¡Yo te mando el mayor de los abrazos! ¿Lo estás notando? Es de esos tan fuertes que casi duelen un poco.
Te vas a recuperar, ¿vale? Sólo tienes que luchar, luchar como aquella vez en que la vida te puso a prueba y le ganaste el pulso, ¿ te acuerdas?
Te están esperando todos los que te quieren, te estamos esperando todos porque querermos ver cómo tu sonrisa y tu amor por la vida iluminan las calles. Acuérdate de que yo pienso en ti, de que velo por ti. Ahora tú tienes que cumplir tu parte.
Un saludo de tu nueva amiga:
Silvia
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