Carta de Jorge - Locución Raúl gómez
#Cartasdesdemicasa
Te escribo a ti.

Allá donde estés nos une un hilo invisible de sentimientos, que estas líneas nos permiten compartir.

Soy Jorge García, tengo 44 años, vivo en Madrid y soy profesor. O al menos a eso me dedicaba la mayor parte del tiempo hasta que el coronavirus cambió nuestras vidas.

Sigo siendo profesor, ¡claro! Pero lo soy a distancia, virtualmente, y de una manera extraña.

La enseñanza ya no lo es todo. Esta situación lo ha cambiado y, para bien, me ha permitido recuperar otras facetas de mi vida, arrinconadas, silenciadas por la falta de tiempo de lo que se llamaba "el ritmo cotidiano".

Desde hace casi dos meses lo que ha adquirido otro valor ha sido precisamente ese ritmo trastocado del tiempo.

Un tiempo que antes se nos escapaba, ahora se nos impone de una manera complicada, difícil y larga, unido quizás a una situación de enfermedad, de soledad o de encierro en nuestras casas.

Ese tiempo, alejado del estrés, en mi caso se ha convertido en un espacio de creatividad y de paz. En un encuentro en el que vuelvo al dibujo, a la creación, a la emoción del color, a la levedad de la textura del papel y a la lucha por inventar mundos e imágenes que me ayuden a confiar en que otra realidad es posible, aunque sea imaginaria.

Ellos han sido mi amarre a la vida cuando la ansiedad se apoderaba de mi; el motor para activarme y superar la barrera de los días; la vía de escape a un paraíso libre, personal y amable.

Y estoy seguro de que serán uno de los recuerdos agradables cuando todo esto haya pasado y pueda  contemplarnos con otro espíritu.

La realidad siempre nos presenta múltiples caras y, para mí, lo más increíble durante este período ha sido descubrirme creando.

Te regalo esta parte de mí y te pido que crees en tu interior esa imagen de un paisaje (el que tú desees, aquel que te guste y te seduzca) que te transmiten mis palabras.

Un caluroso abrazo de Jorge.

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