Deficit cognitivo postoperatorio y anestesia inhalatoria

09/10/2019 4 min

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Síntesis del Episodio

Los efectos cognitivos adversos postoperatorios que persisten más allá de una duración explicable por los factores farmacocinéticos se han atribuido a los anestésicos desde el siglo XIX.
Deben distinguirse tres entidades clínicas: delirio, demencia y disfunción cognitiva postoperatoria (DCPO).
Al contrario que el delirio o la demencia, la DCPO no es un diagnóstico clínico, sino un resultado de una comparación de las puntuaciones pre- y postoperatorias de baterías de pruebas neuropsicológicas entre pacientes sometidos a cirugía y emparejados con poblaciones de control no sometidas a cirugía.
Se trata de un paradigma experimental de alta complejidad que es propenso a artefactos.
Por ejemplo, como resultado de estos análisis, la mejora cognitiva postoperatoria coexiste con la DCPO, y sigue siendo una pregunta abierta si una o ambas de estas entidades existen como entidades patológicas y son clínicamente importantes.
La situación es fundamentalmente diferente con respecto al delirio y la neurodegeneración, que pueden ser diagnosticados por criterios establecidos y herramientas estandarizadas.
Aunque los efectos directos de los anestésicos inhalatorios se han relacionado con los déficits de memoria que persisten durante días en ratones adultos jóvenes, específicamente a través de la interacción con la subunidad a5 del receptor GABAA, los cambios postanestésicos en el comportamiento exploratorio dependen de la interacción con las vías centrales de señalamiento colinérgico.
La acumulación de pruebas, sin embargo, apunta hacia cambios mediados por el sistema inmunitario y la inflamación desencadenados por el traumatismo quirúrgico y la anestesia como posibles mecanismos para la disfunción cognitiva postoperatoria similar al delirio a corto o intermedio plazo.
La evidencia experimental obtenida utilizando ratones provistos genéticamente de susceptibilidad a la neuro-degeneración similar a la enfermedad de Alzheimer no apoya un papel de los anestésicos per se en la promoción de la enfermedad degenerativa.
Proporciona apoyo experimental para los estudios observacionales en seres humanos que el deterioro cognitivo después de la cirugía no esté causado ni por la degeneración acelerada ni por los anestésicos.
Más que un efecto mediado por el anestésico, es probable un papel determinante de la trayectoria de la enfermedad subyacente (en contraposición a la intervención quirúrgi- ca/anestésica) en la definición de la evolución cognitiva a largo plazo de la mayoría de los pacientes.
Los efectos a corto plazo sobre el conocimiento parecen estar relacionados con los trastornos fisiológicos que resultan de las intervenciones cruentas, ya sea con papeles agravantes y/o atenuantes de los anestésicos.