El ataque, la locura! Creer que podemos atacar es creer que somos un cuerpo. Para el ego el cuerpo es algo con lo que atacar y para él, por tanto, tu función es atacar. Qué locura!

Qué bendición poder pedir otra interpretación a Aquel que sabe verdaderamente Qué Somos!

Seguimos siendo tal como Dios nos Creó por lo que podemos recordar esto y usar el cuerpo para lo único para lo que puede tener sentido, pues usarlo como un fin nos deja insatisfechos, ya que encubre el ataque que supone enfermar, pues enfermamos para defendernos de la Verdad.

Los que escuchan al ego, defienden los testigos que él convoca. La parcialidad es su especialidad, por lo que no tiene sentido preguntarle a aquel que quiere vernos muertos. Cuando perdemos de vista nuestro propósito es que le hemos dejado al ego que nos intérprete lo que somos: un cuerpo dispuesto a atacar para defender su fragilidad intrínseca. Sólo siguiendo un sinfín de rituales podremos alejar la muerte un poco más! Qué locura, verdad!

El cuerpo, en cambio, en manos del Espíritu Santo, tan solo es un recurso de aprendizaje. No hace nada por su cuenta y no sabe nada, por lo que tan solo un deseo febril puede hacer que lo que no es nada parezca real.

No aceptemos nada excepto la Verdad. La Voz De Dios espera apaciblemente a que tan solo queramos oírle a Él y usar el cuerpo para comunicarnos la buena nueva de que seguimos siendo santos.

La salud es el estado natural de todas las cosas cuando se abandona todo intento de utilizar el cuerpo sin amor. Bienvenidos al mundo real!

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