Al final, el padecimiento siempre tiene un propósito (bueno) cuando confiamos en Dios. Jesús mismo padeció siendo tentado, ¿Por qué? para ayudar a los que son tentados. Hebreos 2:17-18

Todos experimentamos dolor y sufrimiento en algún momento de nuestras vidas.
Mientras que nuestra reacción natural al dolor es evitarlo, deshacernos de él, o adormecerlo, necesitamos darnos cuenta que Dios permite el dolor. De hecho, nuestro sufrimiento es un signo del amor de Dios. Me explico.

Después de que Adán y Eva pecaron, después que la infección y la enfermedad del pecado vinieron a este mundo, Dios dijo, «Maldito el suelo por tu causa…» (Génesis 3:17). Él no dijo, «tu castigo», pero, «por tu bien, para tu bienestar.» Lo peor que le pudiera haber pasado a Adán habría sido haber vivido en el paraíso con una naturaleza pecaminosa y ser inmunes al dolor, porque el dolor es la señal de que algo está mal y necesita ser corregido.

El dolor Protege
El Dr. Paul Brand, un gran médico misionero, que trabajó con leprosos dice que uno de los problemas con la lepra es que el leproso ya no puede sentir dolor en las partes de su cuerpo enferma, y el Dr. Brand habló acerca de lo que es una tragedia. Él dijo, «si yo tuviera el poder de eliminar el dolor humano, no ejercería ese derecho. El Valor del dolor es demasiado grande».

Hay un propósito protectivo en el dolor.
El Dr. Brand dijo que cuando una persona sana tiene una pierna lesionada, desarrolla una cojera que hace que no coloque el peso sobre ella. Un leproso que a veces desgasta una parte herida de su cuerpo porque no siente ningún dolor. Podría quemarse con un cigarrillo hasta que su piel se chamusque y nunca sentirlo. No tiene dolor para protegerlo.

Ves, el dolor es un signo del amor de Dios. Gracias a Dios por el dolor. Nos dice algo que está mal y nos protege de daños.

El Dolor unifica
También hay un propósito unificador en el dolor. El dolor unifica el cuerpo. El Dr. Brand dijo, «les puedo decir la salud de un cuerpo humano por su reacción al dolor. Si el cuerpo no reacciona al dolor, sé que algo está terriblemente mal».

¿Usted nunca se golpeó su pulgar con un martillo?
Lo primero que haces es agarrarlo. Entonces, usted gime. Por último, hace una pequeña danza. No sé lo que las rodillas tienen que ver con el pulgar, pero tienes que hacer ese baile. Cuando un miembro sufre, todos los miembros sufren con él.

¿Qué dice eso acerca de la iglesia? Es el dolor que nos une como iglesia.
La Biblia dice que cuando un miembro sufre, cada miembro sufre con él (1 Corintios 12:26). Estamos juntos por medio del sufrimiento. El Dr. Brand dijo, «usted puede decir algo de la salud de una iglesia por el camino que responde al dolido, a los indefensos, los sin techo, los quebrados, los heridos, los maltratados, los que sangran y los pobres. El cuerpo es un cuerpo sano cuando responde al dolor.

El dolor corrige
Por último, hay un propósito corrector del dolor. Nos dice que algo está mal. Si no sentimos dolor, no sabemos que estamos enfermos, y no buscamos una respuesta.

Vivimos en una generación que siente dolor, pero en lugar de intentar conseguir el remedio, buscamos un sedante. Esa es la razón por qué muchos están contra las drogas. Es por ello que algunas personas ven al alcohol o se involucran en un asunto adúltero. Otros ven la televisión y viven en un mundo de fantasía porque la televisión puede ser el sedante más grande de todos. Pero como todo lo tratamos de evitar, es necesario el dolor para decirnos que es una infección, una enfermedad. Tiene que tratarse.

¿Está sufriendo? ¿Hay dolor?
¿Tienes un corazón roto? Este pasaje en hebreos nos recuerda que Jesús también sufrió y por lo tanto entiende nuestras penas. Él ha estado allí y ha sentido nuestro dolor. Él vino a la tierra y se convirtió en un hombre que podría ser un sumo sacerdote fiel, que puede comprender y tener compasión. En lugar de intentar matar a nuestro dolor con sedantes, debemos recurrir a nuestro compasivo Salvador para soportar nuestro dolor y sufrimiento.

Al Final – Lilly Goodman
Yo he visto el dolor acercarse a mí
Causarme heridas, golpearme así
Y hasta llegue a preguntarme, donde estabas tú.

He hecho preguntas en mi aflicción
Buscando respuestas sin contestación
Y hasta dude por instantes, de tu compasión.

Y aprendí, que en la vida todo tiene un sentido,
Y descubrí que todo obra para bien.

Y que al final será
Mucho mejor lo que vendrá
Es parte de un propósito
Y todo bien saldrá.
Siempre has estado aquí
Tu palabra no ha fallado
Y nunca me has dejado
Descansa mi confianza sobre ti.

Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Yo he estado entre la espada y la pared
Rodeada de insomnios sin saber qué hacer,
Pidiendo a gritos, tu intervención.

A veces me hablaste de una vez
En otras tu silencio solo escuche
Que interesante, tu forma de responder
Y aprendí que lo que pasa bajo el cielo
¿Conoces Tú, que todo tiene una razón?

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