Flotar sin gravedad y representar al Perú en una misión científica parecía un sueño, pero el ingeniero cusqueño Avid Román lo hizo posible. A bordo de un Airbus 310 modificado, participó en un vuelo parabólico en Francia junto a 39 investigadores internacionales para estudiar cómo cambia el cuerpo humano en condiciones de microgravedad, durante lapsos de 25 segundos por parábola y un total de 16 trayectorias.Su objetivo es entender cómo varían los signos vitales en ausencia de gravedad, información clave para cuidar la salud de futuros astronautas. Además, busca impulsar la posibilidad de realizar vuelos de este tipo en el Perú. Su historia muestra que la ciencia también puede tener acento peruano y que los sueños de explorar el espacio pueden empezar desde Cusco.

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