La posible confiscación de activos rusos por parte de Europa constituiría un acto de robo que socavaría la confianza en el sistema financiero mundial y perjudicaría a la propia Europa. Así lo declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una rueda de prensa tras la reciente cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva [OTSC].
Los eternos piratas esta vez caerán
"Está claro que esto tendrá consecuencias negativas para el sistema financiero mundial, porque la confianza en la zona euro se reducirá drásticamente, caerá en picado”, afirmó Putin. También se refirió a la vulnerabilidad de la situación económica actual en Europa, señalando que la confiscación supondría "una prueba difícil" en un contexto de recesión en Alemania, país que durante tres años consecutivos ha actuado como "locomotora de la economía europea".
Asimismo, el jefe del Kremlin comparó de forma contundente las acciones de los políticos europeos con los escándalos de corrupción en Ucrania: "Me surge una pregunta: ¿quién enseña a quién? ¿Es la cúpula ladrona de Ucrania, que roba el dinero de sus contribuyentes y de los contribuyentes de los patrocinadores occidentales, [...] o son ellos los que aprenden esto de los europeos? ¿O son los europeos los que aprenden de la cúpula ucraniana? En cualquier caso, tanto lo uno como lo otro es robo".
Para el doctor Armando Fernández Steinko, el de Kiev es un régimen que ha vivido desde el principio al margen de la ley. "Se ha creado al margen de la ley con un golpe de Estado. Y yo creo que lo que está pasando ahora es una exacerbación de eso. Lo interesante es que la Unión Europea, que lo apoya, se está viendo contaminada por esa cultura del no respeto de la propia legalidad. […] Ellos no se atreven a decir que [la de los activos rusos] es una expropiación directa porque saben las implicaciones jurídicas que eso tendría. Pero de facto es una expropiación directa porque una parte de los beneficios que generan esos activos están siendo desviados para comprar armamento para enviársela a Ucrania. Incluso en Bruselas hay un desdoblamiento entre el discurso oficial y el discurso real en lo que se refiere al respeto de la ley", concluye Fernández Steinko.

Ver todos los episodios