31 de julioMedita sobre el amor indefectible de DiosAndrea DelwicheLa Biblia está repleta de recomendaciones para que el pueblo de Dios dediquetiempo a contemplar nuestra relación con Él. En el Salmo 48:9,10, el salmista meditasobre el amor inagotable de Dios: «Dentro de tu templo, oh Dios, meditamos en tugran amor. Tu alabanza, oh Dios, como tu nombre, llega a los confines de latierra; tu derecha está llena de justicia». NVI¿Cómo podemos hacer como el salmista?Los distintos seguidores de Jesús tienen hábitos diferentes a la hora decentrarse en el amor de Dios y en el trabajo que tenemos que hacer juntos y en cómoDios se ha revelado en las Escrituras. El apóstol Pablo nos anima en Colosenses 3:2:«Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra»Si tú o yo meditamos sobre el amor indefectible de Dios, podríamos sentarnossin televisión de fondo, con los teléfonos silenciados y alejados de nosotros. Podríamosdar un paseo, centrándonos en las muchas manifestaciones del amor de Dios en elmundo que nos rodea. Por obra del Espíritu Santo, podemos detenernos en losejemplos del amor indefectible de Dios que dominan las páginas de la Biblia y tambiénen nuestra vida personal. Como una entrañable historia familiar, transmitida degeneración en generación, la realidad del amor de Dios nos resultará familiar y nosproporcionará consuelo, confianza y motivación. Incluso cuando nos vamos a dormirpor la noche, meditar en el amor y la bondad de Dios nos trae paz: «Cuando en milecho me acuerdo de ti, en ti medito durante las vigilias de la noche» (Salmo 63:6LBLA).Oración:Bondadoso Dios, tu amor incondicional es innegable pues somos testigos de eseamor en nuestra vida diaria. Sin embargo perdemos de vista mucho de ese amor alcentrar nuestra vida en las cosas de este mundo. Concédeme vista espiritual clara alescuchar el mensaje salvador de tu palabra, por Jesucristo tu Hijo. Amén.

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