16 de octubreLa paz tiene un precioPastor Mike Novotny Tengo una teoría sobre por qué hay tantas guerras entre países, tanto drama dentro de las familias y tan poco amor en nuestras comunidades locales. Mi teoría es que la paz tiene un precio. Si tú y yo realmente queremos vivir en paz unos con otros, ambos tenemos que pagar un precio difícil de tragar: nuestros propios deseos.Piensa en todas las guerras que estallan cuando dos partes dan prioridad al «yo primero». Dos niños de preescolar quieren el mismo camión de plástico. Dos hermanas quieren ser las primeras en ducharse. Dos hermanos quieren tener su propia idea sobre cómo cuidar a su madre. Dos parejas quieren que la otra se disculpe primero. Dos naciones quieren la misma tierra. Escoge cualquier tema -el presupuesto de la iglesia, dónde van los platos después de la cena, la frecuencia con que los cónyuges tienen relaciones íntimas- y el «yo primero» armará un lío. En realidad, ésta no es mi teoría original. El hermanastro de Jesús, Santiago, lo dijo primero: «¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no vienen de sus pasiones, las cuales luchan dentro de ustedes mismos?». (Santiago 4:1).Hoy quiero que pienses en las relaciones poco pacíficas que hay en tu vida. ¿Es parte del problema tus propios deseos de conseguir lo que quieres? Tómate un tiempo para hablarlo con Dios, pidiéndole perdón por tus pecados y el poder de pagar el precio de la paz. El precio no es barato, pero buscar la paz siempre merece la pena. Oración Señor, es verdad que mi propio egoísmo y el deseo de que todo resulte a mi manera es parte de la gran mayoría de conflictos en mi vida. Mi viejo Adán y su orgullo pecaminoso se empeñan en no ceder a favor de mi contrario en cosas sencillas y comunes. Concédeme un corazón humilde que tema tu nombre y no busque su propio bien en el primer lugar, por Jesucristo. Amén.

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