Gracia = amor «¡de ninguna manera!»

22/10/2025 2 min
Gracia = amor «¡de ninguna manera!»

Escuchar "Gracia = amor «¡de ninguna manera!»"

Síntesis del Episodio

22 de octubreGracia = amor «¡de ninguna manera!»Pastor Mike Novotny Hay muchas maneras útiles de definir la palabra gracia. Yo crecí recitando: «La gracia es amor inmerecido». Otros han sugerido que la gracia es un acrónimo-GRACE-que significa «Las riquezas de Dios a expensas de Cristo». Si pudiera añadir algo a esas útiles definiciones, propondría que la gracia es el amor que te hace decir: «¡De ninguna manera!».¿Jesús eligió a Mateo, un judío vendido que trabajaba para Roma sólo para llenarse los bolsillos? De ninguna manera. ¿Jesús eligió a María Magdalena, una vez poseída por siete demonios (¡imagínense sus fotos de perfil del pasado!) para ser la primera testigo de su resurrección? Imposible. ¿Jesús eligió a Pedro, un galileo procesador verbal que hablaba antes de pensar u orar? De ninguna manera. ¿Jesús eligió a Pablo, un violento, obsesionado e ignorante asesino de la iglesia para estar en el equipo de liderazgo del cristianismo? De ninguna manera. Pero, como sabrás, eso es exactamente lo que Jesús hizo, porque es un Salvador lleno de gracia.Para ti también. El cristianismo no es una religión de élite prestigiosa, sino una religión para asesinos y gente censurada , recaudadores de impuestos y alborotadores, prostitutas y gente que se ha acostado con cualquiera, para delincuentes sexuales y madres sobreprotectoras. Esta fe no da a la gente una segunda oportunidad para hacer las cosas bien, sino que declara en la cruz que somos propiedad de Dios, de una vez por todas. Jesús elige a personas como nosotros para que sean santas, intachables y puras a los ojos de Dios, y murió y resucitó para conseguirlo.La lógica objetaría: «¡De ninguna manera!» Pero Jesús sonríe y dice: «Sí puede ser. Eso es gracia». Oración Señor, confieso, que de verdad no merezco tu perdón ni la vida eterna. No soy digno de reclamar ninguna ventaja para mí pues nací pecador y cada día cometo pecados que te ofenden y me hacen merecedor de tu ira eterna. También confieso, que he sido perdonado, limpiado, e incorporado a tu familia santa y a tu pueblo escogido solo por los méritos del Salvador. Te doy gracias pues hiciste posible lo imposible. Te suplico me concedas no solo el deseo de vivir en toda piedad y santidad consagrado a ti, sino también el poder alcanzarlo gracias a ti, por Jesucristo, tu Hijo. Amén.